Cuando lo pierdes todo y no te queda nada, cuando ya no encuentras el sentido de tu vida y tus pensamientos empiezan a caer por su propio peso y lo único que haces es preguntarte el por qué de todo lo que has hecho. Esa jodida frase que se repite de "y si..." que te come por dentro día y noche. Ese sentimiento de no saber qué habría pasado, de no saber si te hubiese ido mejor y si habría sido la cagada de tu vida. Llevabas tanto tiempo buscando un culpable o una explicación para todo lo que se te pasaba por la cabeza que obviabas que el problema, el puto problema, eras tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario